Ischia, un pequeño paraíso de origen griego de 47 km cuadrados en el Mar Tirreno y a tan solo 30 km de Nápoles, donde en cada rincón encontramos un atractivo diferente: playas de aguas cristalinas, montes, parques termales, manantiales, fumarolas, fangos, una vegetación abundante, además de espacios llenos de historia. Su belleza la ha convertido en escenario de varias películas como "Cleopatra", protagonizada por Elizabeth Taylor y Richard Burton o El Cartero (Il Postino).

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De historia y religión

Conocida como Ischia Ponte, sobre una formación rocosa resultado de la actividad volcánica de siglos atrás, dominando el paisaje y unido a la isla principal con un puente de piedra de 220 metros de largo, se alza el Castillo Aragonés del siglo XV al que se puede llegar con una caminata cuesta arriba por varios senderos o bien utilizar un ascensor instalado a finales de los años 70. 

Fue refugio de la población de Ischia cuando en el año 1.301 se produjo la última erupción del volcán Epomeo. En el siglo XV, el rey Alfonso de Aragón restauró el castillo y conectó el promontorio a la isla de Ischia mediante el puente de piedra, además de erigir enormes muros y fortificaciones que sirvieron de protección frente a los ataques de los piratas. Dentro se hallaban más de 13 iglesias, por lo que se convirtió en un centro espiritual de gran importancia. Hoy pueden verse algunas iglesias como la de San Pedro Pantaniello, la Iglesia “Madonna Della Libera”, Santa María de las Gracias, la Casa del Sol, una de las más antiguas de la isla, la Terraza de los Olivos, el Camino del Sol, uno de los senderos más bellos de la isla con una rica vegetación mediterránea de olivos, laureles, algarrobos, higueras, nísperos, granados y maravillosas vista del mar y de las islas cercanas.

Entre playas y termas

Si hablamos de playas, la isla ofrece varias posibilidades, aunque su mayor atractivo son sus aguas termales. Su origen volcánico la ha convertido en los últimos años en uno de los mayores centros termales del Mediterráneo para los que buscan el bienestar y el relax. A modo de ejemplo nombramos algunos, como los Jardines de Poseidón (Giardini di Poseidon), situados en la bahía de Citara, son el parque termal más grande de la isla, con 22 piscinas termales curativas cuyas aguas surgen a temperaturas entre los 16 y los 40˚. El Parque Hidrotermal Negombo, es un conjunto termal junto a plantas tropicales y vegetación exuberante de 15 piscinas a distintas temperaturas, hidromasaje, una piscina de masaje plantar, una playa privada, un centro de belleza y salud y un centro estético. La Fonte delle Ninfe Nitrodi, conocida desde la antigüedad (siglo III a.C) por las cualidades terapéuticas de sus aguas nitrogenadas.

Gastronomía de mar y tierra

La gastronomía es única en Ischia. Aunque la riqueza del mar da abundante materia prima para sus platos típicos, paradójicamente es una isla de granjeros, debido a que las sus tierras son muy fértiles y producen vegetales sin productos químicos y con el sabor de antaño. El plato típico por excelencia es el coniglio all'ischitana (conejo a la ischitana) ya que solía haber miles de conejos salvajes (se dice que hay 36 recetas diversas de este plato y que las mismas pasan de generación en generación).
La deliciosa sopa de pescado o calamares, los famosos espaguetis con almejas o mariscos, pescados como las doradas, sargos, lubinas, atún o lenguado, pizza rellena de escarola y friarielli (especie de brócoli), verduras grilladas, insalata contadina (ensalada de tomates, papas y cebollas) y el pecorino (queso de oveja) forman parte de la buena cocina isleña.
 
La tradición vitivinícola de la isla es muy antigua, en su mayoría de vino blanco y con
denominación de origen desde 1966. Y para terminar una buena comida, el rucolino, una bebida digestiva que se realiza con rúcula o el liquore di quattro agrumi (licor de cuatro cítricos), similar al limoncello, pero de naranja, mandarina, limón y lima.
 
 
 
Esto es solo una pincelada de lo que esta isla, casi desconocida para nosotros, ofrece.
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