Bautizado como el Palacio del Pueblo por el mismo Stalin, el mítico metro de Moscú, inaugurado en 1935, nos lleva a épocas gloriosas de Rusia. Cada estación tiene su historia y su identidad que se nos presenta a través de su temática y de los distintos estilos arquitectónicos soviéticos. Los planos de su trazado inicial se realizaron durante el período de los zares, pero su construcción data del período soviético.
Son 14 líneas que recorren más 330 km y 230 estaciones que parecen galerías de arte.
Poseen un sistema concreto para ayudarnos a ubicarnos en esta ciudad subterránea, por suerte a partir del mundial de fútbol del 2018, los carteles también están en inglés, los de color verde, indican que podemos ingresar o pasar y los rojos por donde no debemos avanzar
Las indicaciones con voz masculina, nos dicen que vamos en dirección al centro y la voz femenina que nos alejamos del centro de la ciudad.
Línea 5, marrón, que es circular, opera desde 1952. En este caso la voz masculina indica las paradas cuando el trayecto va en sentido del reloj y femenina en sentido anti-horario.
Te recomendamos algunas de las estaciones más bellas, que podemos encontrar en solo dos líneas de metro que tienen conexión en una estación con un hermoso techo de moldura de flores y paredes de mármol, llamada Kurskaya.
EN LA LÍNEA 5 (CIRCULAR, DE COLOR MARRÓN)
1. Estación Komsomolskaya. Reconocida entre todas por el ostentoso lujo en sus techos amarillo pálido con decoración barroca, del que penden lámparas impresionantes y con 68 columnas jónicas de mármol blanco sosteniendo la estructura. Ocho mosaicos resumen la lucha por la independencia y la libertad de Rusia.
2. Estación Prospekt Mira, rinde homenaje al desarrollo de la agricultura durante la Unión Soviética. Suelo de mármol, enormes columnas, arañas imponentes y medallones alusivos es una de las más buscadas por los turistas.
EN LA LÍNEA 3 (AZUL)
1. Estación Ploshchad Revolyutsii, adornada por 76 figuras de bronce que se distribuyen entre los 16 arcos de sus plataformas. Representan a los soviéticos en la época de la revolución, soldados, marineros, campesinos. Solo 20 esculturas son diferentes, las demás son repeticiones. Es conocido que los rusos son muy supersticiosos, así que hay que prestar atención a algunas de ellas. La más popular es la del soldado y su perro, cuyo hocico brilla por demás, ya que los moscovitas creen que acariciarlo garantiza tener una buena jornada. Otro mito es la de dar palmadas a un gallo que sostiene una granjera para resolver problemas económicos. Solo hay que sumarse a esta creencia y desear que se haga realidad.
2. Arbatskaya, una de las estaciones más grandes. Tras sufrir daños por un ataque alemán, fue reformada para que sirviera de refugio nuclear. A 41 metros bajo tierra, nos reciben las torres cuadradas revestidas de mármol rojo, relieves florales y candelabros.
3. Park Pobedy, la más profunda, a 84 metros de la superficie (como un edificio de 28 pisos bajo tierra), cuenta con las escaleras mecánicas más largas de Europa, 740 escalones que pueden dar algo de vértigo.
Es toda una experiencia que recomendamos y siempre incluimos en nuestros circuitos, porque ningún viaje a Moscú está completo si nos perdemos un paseo por el metro.
De Silvia Socci
Para Destefanis Travel